HECTOR GOMEZ MATUS
Recordamos gestos y amabilidades. El tiempo también nos hace perdonar los errores y fracasos que son parte de esta profesión.
Hace 70 años nace una escuela, que hasta el día de hoy es de orgullo nacional, pese a los cambios de nombre y logotipo. Tema que a los más puristas inquieta un poco, pero lo que aún mantiene firme es el legado de calidad es su historia y la gente que ayudo a hacer de esta escuela algo importante. Todo nacimiento trae una responsabilidad a cuestas.
La Escuela Nacional de Artes Gráficas y Afines nace bajo el concepto de entregar a Chile profesionales para el área de las artes y las comunicaciones. Asi como el lema de uno de los gestores era “Gobernar es educar” y me refiero a Ex Presidente de la República Pedro Aguirre Cerda, para todo alumno el lema es “Imprimir es educar”.
Los invito a recordar cuando el sol abrazó hace 70 años el inicio de la escuela nacional de artes graficas, este proyecto ambicioso, que hoy nos ha demostrado con esa simpleza que muchas veces tiene un elogio, que todos los que estamos aquí, los que compartimos un salón de clases somos parte de esta historia. Profesionales con calidad Enag.
La escuela nos entrega nombres, personas insignes que ayudaron a construir este legado, que debemos preservar. Quizás muchos no tuvimos el tiempo de conocer a Don Héctor, algunos nos preguntamos porque aún muchos se emocionan al hablar de él. Otros pocos tuvieron la suerte de poner un stop a la clase, para transformar el salón en una tertulia cultural.
Don Héctor, era profesor de ingles en nuestra escuela. Quien pensaría que en la actualidad el ramo de ingles es obligatorio. Pero en aquellos años el ingles era extraño, la inteligencia de Don Héctor con esa visualidad futurista, supo que el ingles con el paso del tiempo seria un idioma casi universal.
¿Pero quien fue Don Héctor?
¿Que lo hacia tan especial?
Generosidad de conocimientos. Preocupación por el bienestar valórico y personal de cada alumno.Un tipo querendón y responsable. Un creador de desafíos, un tipo que te hacia sentir importante, que te motivaba a seguir tus ideales. Una linterna que te acompaña en el camino del estudio. Un hombre noble que supo tocar corazones.
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